Bienvenus, wellcome, bienvenidos, benvinguts:
He aquí un elemento diferencial del espacio-tiempo que trata absolutamente de nada. Pero donde no hay nada, tiene lugar de todo, aunque todo no valga. Dediquemonos con delicadas o extravoltaicas formas de aristocracia: no hay nada más democrático que el placer.

martes, 9 de junio de 2009

¡Enfócame! : Gouttes d’eau sur pierres brûlents

gotaseroticas

Llevando ya semanas intentando ver esta película, anoche por fin me decidí a verla, pese a que no estaba acompañado como hubiera querido.

Enfocando propiamente al argumento de la película he de comentar que es de una simpleza externa pero que a pesar de eso, nunca un hilo argumental tan simple pudo ser tan demoledor. Realmente se acopla a la perfección al formato narrativo, con miradas a la forma teatral.

La película que se abre, no de otra manera sino con un anunciado “Acto I” y se cierra en otro “Acto IV” tiene por protagonistas a un joven de 20 años y al atractivo cincuentón que lo seduce. De trasfondo y a ritmo de la película: los amores destructivos y la creación de monstruos. Monstruos, que por otra parte, ni siquiera mi mujer ni yo nos atreveríamos a crear (no somos tan malos).  En cualquier caso, las respectivas ex de cada uno (entre ellas Ludivine Sagnier), su aparición, provocará la precipitación hacia la fatal tragedia final.

Sí, se trata de una tragedia griega en toda su forma y fondo. La forma griega de los actos, de la rigidez de los planos globales e inmóviles, del escenario fijo,  de los personajes imprescindibles e incluso de los coros, por qué no. Y el fondo, el fondo trágico de la asunción del destino por parte de los héroes. La heroína por excelencia: la primera creación, y la más prolongada en el tiempo.

En cuanto a la estética, sólo decir que roza lo exquisito, y es lo que tiene que el director, François Ozon, sea a la vez de director, el adaptador del guión y el encargado de la escenografía. Algunos refranes, como quien mucho abarca… con él, precisamente no han funcionado. Lo cual ha tenido un efecto doblemente positivo, pues nadie mejor que el propio director sabe lo que quiere.

simetriagotas

Y es que la forma está bastante bien cuidada desde los enfoques perpendiculares a los personajes a modo de “espectador” de la obra teatral, como en la simetría de las escenas y colores pastelosos, que por inercia entran por los ojos con sumo gusto.

simetria2gotas

Por otra parte, antes hablábamos de “coros”, coros que por considerarlos habría de hacerlo de un modo más bien artificial, pero la forma debe reinventarse. Así, la banda sonora de la película es bastante acorde con el conjunto, mezclando el pop setentero con música clásica.

En cualquier caso, además de los momentos de dramatismo que puede aportar, cabe destacar el irónico momento más cercano al del coro del teatro clásico propiamente dicho. La cinta incluye una coreografía cómica e irónica de los 4 personajes, que contrasta con los fatales momentos que se vivirán posteriormente. Pero lo que más llama la atención es la reinvención de la archiconocida canción de la Carrà “Explota Mi Corazón” (de lo que ahora dudo que sea suya…) en alemán (“Tanze Samba Mit Mir”). Y parece que no se queda ahí la cosa, hay más versiones en otras lenguas, por ejemplo en turco. Para quedarse coja (ciega, sordomuda…).

Finalmente, Ozon también juega con ciertos juegos de ruidos (en lo que a imagen se refiere) que aportan la barrera de irrealidad y separación con los personajes, impidiendo cualquier tipo de ayuda externa.

Analizando un poco el guión, podemos decir que tiene de momentos formales muy redondos, tan redondos que a veces los diálogos son circulares (“tú me necesitas a mí”), igual que los cierres y aperturas de los actos. Pero el círculo es la geometría intrínseca de la película, todos pasan por el mismo aro, excepto…

Finalmente, el film nos brinda ciertos momentos eróticos y homoeróticos que en absoluto hay que pasar por alto. Desde los desnudos de los personajes a sus andanzas en ropa interior, incluyendo momentos “abro la puerta ligerito de ropa”. Sin embargo, quizás los momentos más juguetones y con mayor carga sexual implícita y explicita son la reproducción de una fantasía sexual con su toque fetichista hacia para un abrigo o el momento “jugar a los caballitos” que juega peligrosamente con cierta inocencia.

Por supuesto, todo con muy buen gusto, no podíamos esperar menos.

Finalmente, sólo reseñar que el filme ha estado nominado a los Osos de Oro, llevándose otro premio en el Festival de Berlín y a los César.

En definitiva, una película con la forma y fondo de una tragedia griega, a lo que no estamos acostumbrados a ver en las pantallas. Por ello, y por su cuidado… merece ser vista. 8