Bienvenus, wellcome, bienvenidos, benvinguts:
He aquí un elemento diferencial del espacio-tiempo que trata absolutamente de nada. Pero donde no hay nada, tiene lugar de todo, aunque todo no valga. Dediquemonos con delicadas o extravoltaicas formas de aristocracia: no hay nada más democrático que el placer.

domingo, 30 de agosto de 2009

Strike a Pose: Photosession

Qué mejor manera de hacer el viaje Sevilla-Madrid, que enchufando el portátil al AVE y escribir una breve sobre estos tres últimos días de photo session at Estrella’s. De la experiencia, el lector de buen juicio llegará a la conclusión, de que estamos perdiendo no sólo dinero, sino quilates…

En primer lugar, el día en el que nos entró el “pipiherve” de hacer la sesión, (y es que es así como al final funcionan las cosas, impulsados por la pulsión de Eros), empezamos montando cierta escenografía girando entorno a una maleta, y las diferentes historias que eso puede conllevar: Chicas y maletas, maletas y recuerdos, maletas y tirados de la vida… y desvariando, tirados de la vida con mucho estilo. No sé si sería el terciopelo rojo… o la creatividad del fotógrafo, pero el final fue una seducción entre lo chic y la politoxicomanía.

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En el segundo encuentro, lamentamos la ausencia de T. y decidimos llevar a cabo un momento más sencillo en lo que a contexto se refiere. Así, inspirados en las amistades (peligrosas?) de Warhol, dedicamos una infinita tira de retratos a modo fotomatónico (véase la serie con Edie Sedgwick). El resultado no pudo ser más diverso y divertido. Fotos: sensuales, cómicas, divertidas, etc. con un toque de color luminiscente.

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Eso sí, finalmente T. apareció, irrumpió de la forma más destroyer posible y enfundándose los tacones, el kimono y ciertos complementos, el relampagueo de flashes hicieron una tirada particular, saliéndose muy legítimamente del modo retrato. La tira no puede llamarse de otra manera sino “electrogeisha”. Ningún desperdicio.

 

 

Finalmente, para cerrar el ciclo estival del celuloide con suspensión de sales de plata, revisitamos la mitología cristiana, con ciertas reminiscencias a lo Pierre&Gilles, en el sentido de tema y detalles hiperempalagosos, como el corazón ametrallado con flechas de “piruletas”.

Claro que del tema San Sebastián, pasamos al momento Eros, ciertos momentos a lo éxtasis religioso, o una reinvención de “Los amantes” de Magritte, para volver al tema “eléctrico”

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En fin, espero que os haya gustado esta pequeña muestra de los metros de negativos de nuestras cámaras.

lunes, 24 de agosto de 2009

electropop popexplosion

Veíase venir, o se venía ya oyendo. Y ya me he oído los 3 debuts a los que voy a hacer referencia. Sólo queda hacer la reseña y animar al público a que oigan estas pequeñas delicias que renuevan y sobre todo reinventan el pop más básico del paisaje actual musical.

Estas influencias, no pueden venir sino de Europa, en concreto de uno de los centros históricos del pop y sus diferentes post-vertientes, el Reino Unido.

Para empezar, y en orden de aparición a mi conocimiento, tenemos a La Roux:

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Flequillazo roux arquitectonizado en kilométrico tupé, que ni yo mismo alcanzo a tejer; gafas circulares y paseo en coche con ganas de matar. Así se presentaba el primer single del dúo (sí, en el fondo es un dúo) que logró llegar a un nº2 e las listas británicas. Sonidos contendores de grandes burbujas electrónicas y sintéticas que estallan en ritmos vibrantes que te hacen preguntarte por qué estás sentado. Voz a veces bidimensional, bastante aguda, con personalidad, y sin irritar. Ante la metralleta sintetizada, el peine distorsionador y las capas vocales superpuestas es perfecta para que te bombardeen en una discoteca con cientos de luces y te dejen bailar sin querer que nadie te moleste.

Suena prometedor, promete y cumple con nota.

Älbum publicado, y la inspiración 80ntera es lo que prima en el disco, con tónica de baile pero de una forma alternadamente fría y calida. Si a veces el sonido es claro diferenciando las miles de reinvenciones de lo electrónico, a veces se hace denso y la voz de nuestra amiga puede a veces incluso cansar. Eso sí, a veces hay incursiones interesantes que guardan cierta magia y es lo que les da sus grandes puntos. Y bien es sabido de la importancia de los puntos en la bolsa de valores.

Esto no quita, que varias pistas, casi todas, en dosis determinadas, deban ser pinchadas en tu próxima fiesta, si es que los bares que frecuentas, no alcanzan el nivel musical, que nos gustaría. Tanto es así, que Bulletproof, el segundo single, ya has reached the top en el Reino Unido. Y es que con tanto latigazo de ritmos, el colorido de la melodía, acompañamiento y el decapamiento de la voz en el estribillo, con una letrilla graciosa es genial para la noche de mejor humor.

En definitiva, La Roux, son buenos, y la vocalista lo sabe. Sin embargo, a veces su tono despótico dirigido, especialmente a los otros dos merecedores del post, haya sobrado en alguna que otra ocasión. Y ha sobrado, porque a pesar de la construcción perfecta de las canciones no hace que la obra sea una obra de arte. Quizás la arquitectura, que coherente y cohesionada, se acerque más a la funcionalidad que una obra redonda, pues se queda tras la escucha, un poco insulsa y no se retiene en la retina.

Play it again: In for the kill, Bulletproof, As if by magic

 

Imagen más angelical con cierto despliegue a lo barroco de indumentaria se esclarece en las nieblas, tinieblas y nubes. Destellos estelares y cierta simbología con reminiscencias esotéricas. Así se presenta la dulce Little Boots en su älbum “Hands”. Electropop con  inyecciones densas pero suavizadas con su voz y con la complicidad de Hot Chip. Nada malo se cabe esperar.

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Vorágine in crescendo de sonidos incorporados, hacen del conjunto barroco y complejo. Con una melodía clara y nítida en conjunción con el sonido, a veces estalla en segundos de misticismo que obligan al extasiado a revolcarse por la pista de baile, para replegarse enseguida de la forma más seductora. Stuck on repeat, no puede ser mejor título para el single de Little Boots.

El resto, guardando la atmósfera sonora y la homogeneidad, a veces juega con una irónica inocencia de sonidos y melodías, nadando en aguas ora divertidas, ora más místicas o serias pero siempre manteniendo cierta candidez que da como resultado la mayor parte de las veces combinación ganadora.

Single maravilloso el de “Remedy”, que conjuga a la perfección una melodía de lo más pegadiza, adorable como su voz a pesar de una letra petardilla perdonada por graciosa. Por si fuera poco, es juguetona y se mueve entre cierto electropop ochentero, con guiños techno. Sólo una gran producción podría congeniar elementos tan dispares.

Para acabar el älbum, y perfecto para una charla después de una gran fiesta, tenemos la pureza de Hands, acompañada únicamente por la voz de un piano.

Play it again: “Stuck on repeat”, “Remedy”, “Ghost”

 

De una manera más sencilla en cuanto a la estructura musical, basado en los tecladillos ochenteros o el sonido nintendo; toma la delicadeza del pop con la incorporación de agudos coros en modo falsete o la cuerda de los violines, que hacen la musik de Frankmusik, mucho más cercana a la de la competencia.

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Este es el gran atractivo de Frankmusik, que no necesita de la ostentosidad para enganchar. Y es que muchas de sus canciones son tirones a veces casi agresivos como “gotta boyfriend” y otras con el halo más puro del pop original aunque a veces se tiña demasiado con lo brit. Esto por supuesto, no lo aparta de una marcada retrosíntesis ochentera con guiños a Human League, por ejemplo en “Done, done”, la canción del disco sin duda. Perfecta para los bailes new-romantiqueros o ilusos despuntados casi al amanecer.

Lo cierto es que es la homogeneidad del sonido, por lo melódico y cristalino es digno de mención  y quizás haga a Frankmusik el más coherente de los tres.

Play it again: “In step”, “Confussion girl”, “Done, done”