Cúmulo acumulado de surrealismo

Siempre lo he dicho, y siempre lo diré. Los pueblos pueden ser taaaan sumamente destroyer o como T. dijo: “no hay lugar donde haya más vicio que un pueblo”.

Si bien, esta es la melodía de fondo de la pasada noche, la dodecafonía se mostraba con tintes acrílicos de surrealismo situacional, terminando con la nota final del redescubrimiento de mi(s) talento(s).

Y es que mi cuerpo ya me estaba pidiendo el explotijo de este cúmulo acumulado de surrealismo que llevaba esperando durante unos días desde mi llegada.

Pistoletazo de salida. T. acorde con mi intuición iba a hacer acto de aparición esa misma noche tras su semana de desaparición total y absoluta. Y la noche, que se antojaba en principio un poco aburrida, se debatía más animada por la conjunción del doblete del buen gusto.

Ya tenía una nueva excusa para desempolvar las discreciones de la cosmética y hacer uso de la laca más rockabily, StrayCats, George Michaeliana, etc. Y es que unas 19.000 personas deben salir a veces de su letargo visual por el golpe de gracia del atrevimiento aliado del buen gusto.

Por tanto, preparome el kilométrico tupé y fuerzo lineas con eyeliner, et voilà, un look que combinando el pastel con el más slim negro se me antojaba de lo más glam.

Claro, que tanto Puro Magnetismo (de Yves Saint Laurent) a veces no es selectivo, y termina atrayendo a gente que no esperas encontrarte. Tus familiares. Tus familiares desde tus tíos, hasta tu propio padre que termina sentandose en una terraza contigo o queriendo ir contigo a los bares menos merecidos. Claro que, pareció que lo meditó dos veces y desistió.

Así que finalmente, el vizconde de Watling llegó al punto de encuentro, con por supuesto, la admiración explícita de unos y la implícita de otros. Pero de nuevo el momento surrealista aparece y es el momento en el que un chaval me reconoce, un chaval que no veía desde hace años. Y a decir verdad, este tipo de saludos a veces se echan en falta.

Pero tanta multitud no podía estar sino acompañada por el resurgimiento de una antigua zona de copas que ahora es lo peor… Tan lo peor, que uno necesita hacerse pasar por anglosajón, para que salidos varios dejen de tirarte los trastos. Más vale maña que fuerza y es taaan sumamente divertido, ver cómo se lo creen y que crean que no los entiendes en español…

Total, que poco tiempo después decido irme en Iberia de Guatemala a Guatepeor: el pentágono. No voy a decir mucho más. Sin embargo, en el fondo me encantaba la idea de poder encontrar en un local que es lo peor en todos los sentidos estéticos a la gente más variopinta. Tan variopinta, que finalmente te enteras quien es bisexual para quizás un posible beneficio tuyo, que la gente admire tu hairstyle cuando realmente estaban pidiendo admirar otro tipo de vello, o que aparezca una coolhunter.

Puro magnteismo de nuevo. Y es que la chica en cuestión hacía tiempo que aunque a veces en mi estancia en la república coincidíamos nunca entablabamos conversación pues realmente nunca habíamos tenido mucha relación. Pero claro, una estética cuidada y un cara bonita hizo el milagro y tras varios Strike a Pose, según me contó, acabaré en su blog. Debería aprovechar más este contacto en madrid, y por supuesto ella aprovechar de mi talento. El cual ya varias veces os he contado lo malaprovechado que está.

Y la guinda se la lleva mi padre, que aparece de la nada, intentando irrumpir en pleno momento fotográfico, sin saber el pobre, que el protagonista era yo.

Sin embargo, el alcohol y la situación terminó por superarme en el momento en el que alguien, que además no es de mi gusto, empieza a coquetear conmigo estando mi padre al lado. Yo no puedo con tanto. Y esperando estoy que sean las 5.30 para comentar todo lo anoche acontecido.

En fin, estoy perdiendo dinero aunque por fin alguien reconoce mi talento!