Cibeles y su armario Ana Locking (S/S 2011)

    

Tejidos. Base física de la moda. Fibras que se entrecruzan construyendo órganos a la altura de prendas. Bajo la disección, cierta histología de pre-determinismo natural.

Tejidos. Base anatómica de los órganos. Células que se organizan con una misma fisiología. Bajo la disección, cierta histología de pre-determinismo natural.

Tejidos. Base conceptual de la colección S/S de Ana Locking.

Como siempre, la diseñadora nos da una de óxido de calcio y otra de sílice (una de cal y otra de arena); una línea más ponible y otra más destroyer. En cualquier caso, los óxidos y la sílice son positivos!

Si tuvieramos que poner banda sonora a la colección quizá deba ser el Médulla de Björk, sobre todo en los niveles conceptuales. Si tuvieramos que poner color, y ana se lo pone, es el rojo, el carne (trémula) y el azul neurona; abiertos en un caleidoscopio de estampados. Estampados que florecen referenciando estructuras microscópicas, anatómicas. Hay que mencionar la labor del corte de las prendas, como bien dijo Locking: los tejidos estampados son mucho más difíciles y si nos fijamos al detalle, los blazers, pantalones, etc. presentan una simetría perfecta.

Esa es la apuesta de la Ana locking más shocking.

Por la otra parte, sigue en su última línea del deconstructivismo: las prendas se descomponen y pierden planos de tejidos o estos se trasponen. Por supuesto, también presente la su ya clásica falda masculina, que además da cierta ilusión óptica de shorts asimétricos.

Y echando la vista atrás a la anterior colección, parece que ha habido cierta inversión colorística en cuanto a las temporadas. Si la de O/I se regía por el azul malaquita, propio de veranos eléctricos y paradisíacos; la de S/S se envuelve en la pasión, la fatalidad carnal e incluso post-carnal de la sangre, del rojo; más acorde al invierno a mi juicio.

Sin embargo, hemos de decir que el concepto no es nuevo en la moda, ya Katie Eary nos lo proponía desde Londres aunque con cierto halo más naïf y con tintes retrofuturistas. Ana en cambio, nos aporta una visión más fría, cortante incluso filosófica (naturalista).

Además, parece que en los últimos años y parece ser que catalizado en los últimos meses, este tema está en boga. Recordemos el vestido de carne de no-Lady Gaga.

Sí, realmente no era una idea original suya; ya un artista (cuyo nombre no puedo acordarme) lo hizo. Sólo que Lady G. ahora lo ha llevado al mainstream (sin prejuicios en esta declaración). En definitiva, otra cara de la misma moneda y también de otras. Pero nos ha de llevar a una reflexión estética.

Besos de eritrocitos