Bienvenus, wellcome, bienvenidos, benvinguts:
He aquí un elemento diferencial del espacio-tiempo que trata absolutamente de nada. Pero donde no hay nada, tiene lugar de todo, aunque todo no valga. Dediquemonos con delicadas o extravoltaicas formas de aristocracia: no hay nada más democrático que el placer.

viernes, 9 de julio de 2010

Palabras con alto contenido pop: Maniquí

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Caminando, más bien huyendo del constante goteo nebular, volvíamos Madame D’Azur y yo del café decadentista de La Regenta. Y huyendo yo también me encontraba de que D’Azur me dijera que parecía un maniquí. ¿Això que ès? Una puuuuurquería.

Y de la calle Menéndez a la LIbreros, y de aquella comparación este post.

Vorágine de imaginería asaltaba mi cabeza. No me había percatado, pero esta palabra empezaba a borbotar en forma de las performances de la marquesa de Mag, reminiscencia de Sara Montiel; de los análisis (vectoriales) que podemos hacer a los escaparates del Zara, de bailes pseudo-escultóricos. Toda una sarta de superficialidades, tan divertida como surrealista. Casi tanto como acabar despidiéndote diciendo “balan, las ovelles”.

Todo empezó tras el secuestro musical de aquel bar entre lo pureta y lo alternativo hará ya, cosa de un año. Disponer de Spotify fue un gran botín. Era el cumpleaños de my wife y no podíamos hacer menos: hacer gala de nuestros modelitos helénicos, cabareteros o a lo gansta.

Marquesa de Mag, movió hilos, y de la hilandería salió el hilo musical… “Maniquí” de Sara Montiel. La performance improvisada no pudo tener más éxito.

Por otra parte, si nos paramos a analizar la letra de la canción… ¡molt fort!

Cambiando de tercio, o de cuarto; ¿qué opinión os merece la postura de los maniquíes en función de las marcas? Las de Zara siempre están tristes con posturas de lo más manieristas. Desde el “me muerdo la uña, y estoy en Casiopea”, a la “me aburro en este diván”.

Los del Mango, son otra historia. A la pobre se le va a romper la espalda. No hay ni una sola que no esté super estirada hacia atrás. Tanto que, vistas de perfil, son una finísima línea diagonal.Temor de que te avasallen con sus kilométricas piernas sintéticas.

Al menos dan la cara, no como las de Sfera, que algunas hasta te dan la espalda. Cuantísima falta de respeto.

Y no, no te has tomado ningún psicoactivo, tanto color es porque estás delante de H&M.

Toda esta colección de estampas de escaparate intuyo que fue la clave y el liebmotiv para la genial coreografía poliaplicable que tuvo la Marquesa de Mag. “Momento Maniquí”. Os imaginaréis de qué trata, supongo. De cualquier modo, espero hacerme con algún documento audivisual que lo acredite.

*La foto como veis es de Nacho Viñau Ena

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