Moleskine fotográfico de autocrícita: Self-portraits

Últimamente está paseando por mis campos encefalográficos la vaga idea de retornar un poco a los orígenes. Los orígenes del blog. Si cierto bien es que las políticas se han mantenido, la forma se ha desgastado y los contenidos también. De ahí la magna necesidad de un reencuentro para amarguras de uno, acidez para otros, o mejores papilas gustativas en el mejor de los casos. Pero me da igual.

Tanto es así, que este post va a terminar siendo todo una muestra de egocentrismo y exhibicionismo. Aclaro en este punto, especialmente a mis fans con voluntades eropacientes, que no serán complacidos en tales cualidades.

Ahora además tengo a mi Bourdin (nombre recibido por la cámara tras su bautismo) y espero tener tiempo y capital productivo para sacarle el partido que deseo.

Y epifanía!! Dadas mis inquietudes hacia el refinamiento de estas artes, qué mejor que hacer un poco de autocrítica. Estas iban a ser volcadas sobre papel de 80 g, pero no. Cuánto de instructivo sería tener crítica y estudio por separado. Ninguno.

Por lo tanto, aquí todo* será expuesto. Una suerte de making off, estudios o fotografías como resultado final. Y los vómitos, maquillaje, y toda la demás parafernalia que les acompañe. Pero todas con sus respectivas cartas de recomendación o aberración.

Y nada mejor para este ejercicio egocéntrico que una propia exhibición: el auto-retrato.

Con este autorretrato con Woody Allen estrené mi queridísima Bourdin. Claro que con la poca luz (todas con una simple bombilla de tungsteno) tuve que recurrir a varias combinaciones de velocidad y apertura diferentes, porque no quería recurrir a aumentar la velocidad ISO con el consecuente aumento de ruido. Así, además me iniciaba en el modo manual y en el control de la exposición. Cierto es que, finalmente tuve que optar por aumentar la velocidad ISO considerablemente (en el jersey y poster, se nota ya el ruido). Y aún así, no conseguía mejor exposición que esta. Lo bueno es que no tiene ningún retoque.

 

 

Hecho ya el estudio… me afeité y me adecenté para el retrato. Esta vez fui más al grano pero me enfoqué en disminuir la velocidad ISO. Esta es la foto ya retocada, había quedado muy oscura y aún después del retoque sigue estándolo un poco. Aunque más exposición tendría un toque demasiado… ¿irreal? dejémosla así.

Más tarde volví a jugar un poco con la decoración de mi habitación. Y aquí tenemos el resultado también post-producido pero no con mucho acierto. Tonos muy apagados, una tonalidad incorrecta, un ángulo quizás un poco bajo y una composición fuera de órbita.

 

He aquí la corrección sin tratar. De nuevo la luz no daba para mucho. pero al menos el ángulo y la composición han mejorado… para dar lugar a esta otra.

Mucho mejor en todos los sentidos.

LLavors, a tener en cuenta:

- no cerrar mucho la apertura para difuminar un fondo que está cerca (al menos en retrato y poca luz).

- analizar bien la composición desde la primera toma.

- no a altas velocidades ISO y menos si hay zonas oscuras

- Echar la toma con la correción del blanco según la temperatura de la luz puede ser una pequeña ayuda.

- no están tan mal los retratos tirando hacia el gran angular, guardando las distancias físicas.